Francisco Morazan

BIOGRAFÍA DE FRANCISCO MORAZAN

Nace en Tegucigalpa, el 3 de octubre de 1792. Sus padres fueron, Eusebio Morazán y Guadalupe Quezada.

Fue bautizado en la iglesia Parroquial del Señor San Manuel de Tegucigalpa el 16 de Octubre de 1792, por el cura y vicario Don Juan Francisco Márquez, la partida de nacimiento dice al margen: “José Francisco Morazán Español.” Este último calificativo se ponía en esa clase de documentos, primero porque antes de la independencia nadie llevaba el apelativo de americano en clases desiguales ante la ley que era de alta importancia familiar, el carácter español  de los hijos con el cual tenían ciertos derechos y prerrogativas.                    

Francisco Morazán tenía cuatro hermanos de los cuales él era el mayor. Sus hermanos fueron: Juan Antonio, José Benito, Marcelina Josefa y Cesárea Josefa. Morazán hizo sus primeros estudios en privado donde aprendió a escribir con mucha elegancia y algunas nociones elementales de aritmética. Asistió a la clase de Gramática que daba Fray José Antonio Murga, en el convento de San Francisco de Tegucigalpa.

Se dedicaba a estudiar particularmente matemática y dibujo absorbiéndole todo su tiempo, pues tenía una predilección sobreestimada a la edad de 18 años (1808).Se estableció en el pueblo de Moroceli a cuyo lugar había trasladado su padre los negocios. La vida que llevaba en aquella su nueva residencia era bastante monótona, y pronto comprendió que las únicas personas con las que podría relacionarse eran: El Alcalde y El Secretario Municipal; Morazán era de carácter alegre, agradable, y cortes. Tan simpático, que no existía personas que al tratarlo no se sintiera atraído.

Morazán por naturaleza era activo, laborioso y en los ratos desocupados gustaba mucho de leer y en la oficina de archivo de registro del Juzgado leyó totalmente sus contenidos, pero aquella inteligencia joven y sedienta de saber no podría permanecer muchos años en aquel pueblo. Es por eso que regreso a Tegucigalpa, a colocándose en la Escribanía de Don León Vásquez, de quien adquirió algunos conocimientos sobre derecho.                                                

En su formación intervino Don Dionisio de Herrera quien era su tío político. En su biblioteca encontró muchos libros y aprendió francés para poder leer los libros que se encontraban en esta biblioteca.                                                    Estudio las obras de Montesquiu, y el Contrato Social de Jean Jacques Rousseau, aprendió por medio de sus lecturas sobre las Batallas Napoleónicas, esto le permitió a Francisco Morazán llegar a tener un amplio conocimiento sobre la Revolución Francesa.                                                          

 

Francisco Morazán fue en su mayor parte un hombre autodidacta.[] En 1804, sus padres aprovecharon la apertura de una escuela católica en el pueblo de San Francisco donde enviaron al joven José Francisco.[] Según el historiador Ramón Rosa, Morazán "tuvo la desgracia de nacer en esa época triste de aislamiento y la oscuridad total en que Honduras carecía de escuelas.                                     

Morazán pues, tuvo que aprender sus primeras letras, lectura, escritura, las reglas elementales de la Aritmética en escuelas privadas de pésima organización y sostenidas con una especie de contribución que aprestaban los padres de familia."[] Las enseñanzas que recibió fueron a través de Fray Santiago Gabrielino, nombrado instructor religioso a la de Guatemala el sacerdote José Antonio Murga. En 1808 José Francisco se trasladó junto a su familia a Morocelí.[] Allí trabajó en los terrenos heredados por Don Eusebio Morazán. Además, tuvo la oportunidad de laborar como empleado de la alcaldía. En 1813 la familia se mudó de regreso a Tegucigalpa. Una vez allí, el Sr. Eusebio puso a su hijo bajo la tutoría de León Vásquez quien le enseñó derecho civil, proceso penal y notariado. Al mismo tiempo tuvo la oportunidad de aprender a leer francés en la biblioteca de su tío político, Dionisio de Herrera, lo cual le permitió familiarizarse con las obras de Montesquieu, el contrato social de Jean-Jacques Rousseau, la Revolución Francesa, la historia de Europa, así como las biografías de los de los líderes griegos y romanos. Esta dedicación y espíritu de superación, llevó de vez en cuando a José Francisco a destacar en su ciudad natal, donde llegó a representar los intereses de algunas personas ante el tribunal colonial.